Jueves 8 de mayo de 2025
Rescatan recuerdos hospitalarios en Mes de los Patrimonios
Trabajadora del que fuera el antiguo Hospital Santo Tomás recuerda algunas prácticas de la época
Zunilda Fuentes Ducleaux, tiene actualmente 75 años y nos cuenta una parte de sus recuerdos en torno a su trabajo en salud en el Hospital de Limache. Recordemos que el Hospital comenzó a funcionar en el año 1887, tras la donación de una casa a la autoridad eclesiástica de la época por parte de Carmen Quiroga viuda de Urmeneta y se entregó la dirección y manejo, a la Congregación de las Hermanas de la Providencia.
En enero de 1973 el Hospital, su equipamiento y personal pasan a depender completamente del Servicio de Salud. Ese mismo año comienza la construcción de un nuevo Hospital en la ribera sur del estero de Limache. Después de 10 años de construcción y equipamiento, en 1983 se trasladan las dependencias, personal y enfermeros al nuevo establecimiento hospitalario, inaugurándose oficialmente el 25 de abril del mismo año.
Zunilda Fuentes detalla de la época en que todavía estaban bajo la administración de la congregación religiosa. “A los 17 años (1967), me inicié en la Cruz Roja de Limache, hice mi práctica de tres meses en el Hospital de Limache, el que estaba en Calle Baquedano, y allí me quedé. Siempre recuerdo a la madre superiora, Sor Josefa, era una mujer imponente, alta. La monja todas las mañanas hacía revisión del Hospital. En los pasillos del Hospital, uno se reflejaba, de lo limpio que estaba el piso. Cuando hice la práctica, llegué a la sala de hombres, estaba el Sr. Armando Soto, quien era el practicante que había en esa sala y Sor Verónica, la encargada de esa sala.”
“Cada sala estaba a cargo de una monja. Las jeringas eran de vidrio y se hervían para desinfectarlas. Después, tuvimos sala de esterilización. En ese tiempo, uno hacía de todo: poner inyecciones, limpiar al enfermo, limpiar la sala, todos nos apoyábamos. Había sala de enfermos y de cirugía. De la sala de hombres, me fui a laboratorio. Allí trabajé con el Dr. Adasme y Ketty Pérez, que vivían al frente del Hospital. El cirujano era Jorge Abde, quien venía de Quillota, dos veces a la semana.”
“Martita Yáñez, era la enfermera más antigua. El Dr. Alarcón con la enfermera Paulina llegaron a trabajar al Hospital. También me recuerdo de Pedro Sanhueza llegó haciendo aseo, después se fue perfeccionando, le decíamos el “Dr. Chapatín. Un día llegué a trabajar con pantalones blancos y una monja me llamó la atención, pues todas debíamos venir a trabajar con falda. Les di las razones del uso de pantalones: para cambiar a un enfermo, debía subirme a la cama para poder hacerlo, la monja entendió y desde ese minuto, empezaron a pedir que todas vinieran a trabajar con pantalones blancos y pechera.”
“Había varias personas que trabajaban en el Hospital y que venían de Quebrada Alvarado. Las monjas habilitaron un internado en el segundo piso, por lo que las mujeres que venían de lejos a trabajar se podían quedar allí.
"Había una gruta, en el patio de las mandarinas. Allí había un altar, se hacían misas. En tiempos de cosecha de las mandarinas, las monjas cerraban el patio para que no sacáramos los frutos. Ellas hacían dulce de mandarinas y se los daban a los enfermos."
"Alicia Morales, auxiliar de aseo, estaba en sala de maternidad. "
En ese tiempo habían muchos nacimientos. Matronas: Lidia Abufon;
Ana María y Ema."
Manuel Varela, trabajaba haciendo aseo, está con Sonia Barahona, auxiliar de enfermería y Zunny.
Eramos muy unidos, no nos importaba nuestros cargos, sino que nos ayudábamos entre todos."
Lucy Espejo (sala de Hombres) y Ana María Ponce
ambas auxiliares de enfermería.
, "María Angélica Manner, trabajaba en lavandería con Silvia.
, Se lavaban las sábanas y también había una sala para coser"
1968: Aniversario del Hospital. "Todos ibamos arreglados. Las monjas hacían un cóctel “Juanito Rosado”,
era licor con bilz y leche condensada. En la tarde se hacía show."
"Había una gruta, en el patio de las mandarinas. Allí había un altar, se hacían misas. En tiempos de cosecha de las mandarinas,
las monjas cerraban el patio para que no sacáramos los frutos.
Ellas hacían dulce de mandarinas y se los daban a los enfermos."
" Las monjas tenían perros grandes para cuidar el Hospital "